Prudencia y seguridad. Son las dos claves principales que aconsejábamos en la anterior entrada de este espacio para presentarnos estas Navidades, sino como expertos, al menos como entendidos en vino. El conocido blog ‘El comidista’ ‘colocó’ en una cata para aficionados un vino de un euro el litro y en la mayoría de los casos coló como el resto, por lo que insistimos en la prudencia, pero también en la seguridad cuando decimos las cosas, porque el vino y las sensaciones que produce son absolutamente subjetivas. Vamos ahora con una segunda parte, más ligada al fondo que a las formas, con conceptos que nos ayudarán a ‘mantener’ nuestra condición a buenos aficionados al vino.
Tipos de vino: no vamos a volvernos locos, pero la primera clasificación de los vinos es por colores: tinto, blanco, rosado y clarete. Ahora bien, no sólo el color de las uvas define los tipos de vino. Los tipos de elaboraciones se distinguen más bien por el tiempo en que el hollejo permanece en contacto con el mosto. En el caso del tinto, las pieles se dejan en contacto con el mosto y en el blanco se separan. En este sentido, se pueden hacer vinos tintos con uva blanca (se llaman blanc de noir) y también hay tintos que incorporan uvas blancas en un porcentaje del 10 o 15% (por ejemplo, las tradicionales maceraciones carbónicas de Rioja). La elaboración de un clarete se asemeja a la tinto, mientras que la del rosado tiene más que ver con el blanco.
Variedades de uva: hay miles en todo el mundo, pero en España la dominante es la Tempranillo. Se cultiva prácticamente en todo el país, con diferentes sinonimias (Tinta de Toro en Zamora, Tinta del País en Ribera del Duero, Cencibel en La Mancha o Extremadura…) Otras muy importantes son la Bobal (Levante) y la Garnacha, extendida también por todo el país. En blancas, por superficie domina la Airén (La Mancha), pero también son muy importantes la Viura o Macabeo, la Albariño y la Verdejo (en ambos casos no son denominaciones de origen, sino las uvas dominantes de Rías Baixas y de Rueda). A nivel internacional, la Cabernet Sauvignon y la Merlot son las tintas más extendidas por todo el mundo, mientras que en blancas dominan las también francesas Chardonnay y Sauvignon Blanc.
Zonas vitícolas: en prácticamente todo el Viejo Mundo (Europa), las zonas vitícolas se agrupan en torno a denominaciones de origen protegidas (DOP). En España, las más conocidas son Rioja y Ribera del Duero, en tintos; y Rueda y Rías Baixas, en blancos. Ahora bien, Rioja también elabora blancos (en los últimos años en un claro mercado al alza). Priorat, Bierzo, Toro… son otras zonas vitícolas muy importantes a las que conviene prestar atención en una conversación. En Francia las DOP son conocidas como las apellations des vins. Burdeos y Borgoña, son las más conocidas. Mientras que en Italia serían Chianti y Barolo, pero, cuidado, que la elaboración de grandes vinos no acaba en el Viejo Mundo (https://www.vinetur.com/2016033023263/diferencias-entre-los-vinos-del-nuevo-mundo-y-del-viejo-mundo.html). Países como Estados Unidos, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Australia, Chile o Argentina, por citar algunas, han demostrado que son capaces de elaborar algunos de los mejores vinos del mundo.
La añada: es importante para un vino, pero relativamente. Es fundamental para los denominados vinos de finca, o de pago, como los que elabora Familia Martínez Bujanda en Rioja con Finca Valpiedra, en Rueda, con Finca Montepedroso, o en La Mancha, con Finca Antigua. Sin embargo, la normativa, permiten mezclar porcentajes de hasta un 15% de vinos de otras cosechas sin indicarlo en la etiqueta. Hay mitos, como la añada de Rioja de 1970, que era ‘inagotable’ por la sencilla razón de que no hubo control de añadas hasta los años 80 y aquella cosecha alcanzó una gran fama y demanda. Eso, hoy en día, no podría suceder, pero en líneas generales relativice el concepto añada cuando no se trate de una bodega que la respete y trabaje con vinos de finca.
Vinos de finca y de parcela: el sector del vino en España se mueve en los últimos años hacia una mayor concreción e identificación de los orígenes. Cuando hablamos de un vino de finca, viene definido por un microclima propio y por un suelo característico, aunque, para concretar todavía mucho más el ‘terroir’, el terruño, define los vinos de parcela. En Finca Antigua, de Familia Martínez Bujanda, todos los vinos que elabora la bodega son de finca, pero sólo uno, Clavis es de una única parcela.