Cuenca (Castilla-La Mancha) es uno de esos lugares que por su extraordinario patrimonio histórico y artístico te sorprenden. Especialmente la catedral o las casas colgadas, por no hablar de la Ciudad Encantada a escasos kilómetros de la capital.
Su histórica ciudad amurallada fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996, por lo que, si nos permitís un consejo para aquellos que todavía no la conozcáis, os recomendamos encarecidamente una visita de fin de semana, os encantará.
Y durante esa visita os podéis alojar en La Posada de San José un alojamiento rural que Jennifer y Antonio Cortinas rehabilitaron y abrieron al público en 1983. Original del siglo XVII (era un antiguo monasterio) se encuentra en pleno Casco Histórico de Cuenca y cuenta con un magnífico restaurante especializado en la gastronomía local.
‘Donde fueres haz lo que vieres’ es una máxima que, nosotros, habituales viajeros por todo el mundo, solemos emplear. El restaurante La Posada de San José se ha especializado en gran variedad de tapas y raciones caseras típicas: morteruelo, pisto, gazpacho pastor, ajoarriero, quesos manchegos…, platos intensos, típicos de una potente gastronomía de interior, que maridan a la perfección con los vinos de Finca Antigua que, por supuesto, encontraréis en la Posada de San José.