En el corazón de algunas de las regiones vinícolas más reconocidas de España, los viñedos de Familia Martínez Bujanda crecen sobre tierras que no solo nutren las vides, sino que también imprimen carácter a cada uno de sus vinos. Suelos con personalidad, cargados de historia geológica, diversidad y riqueza mineral, que contribuyen de manera decisiva en la expresión única de sus vinos.
Una filosofía común: el viñedo propio como origen
Si hay algo que une a todas las fincas de Familia Martínez Bujanda es su compromiso inquebrantable con la elaboración de vinos a partir de viñedo propio. Esta filosofía garantiza un control absoluto sobre el proceso desde la cepa hasta la copa, y permite expresar con fidelidad el carácter de cada terroir. No se trata solo de hacer vino, sino de cultivar identidad, respeto por la tierra y coherencia en cada añada.
Finca Valpiedra: la magia está en las piedras
Situada en un meandro del río Ebro, Finca Valpiedra se asienta sobre un suelo pedregoso de canto rodado, que recuerda a los mejores terruños de Burdeos. Estas piedras no solo drenan el agua de manera eficiente, sino que también acumulan calor durante el día y lo liberan durante la noche, favoreciendo una maduración más homogénea. El resultado: vinos complejos, estructurados y con una mineralidad que habla directamente del suelo.
Finca Antigua: diversidad en estado puro
Las 421 ha. de viñedos de Finca Antigua ofrecen una variedad de contrastes. Sus suelos pobres y calcáreos, mezclados con arcillas y gravas, obligan a la vid a ‘luchar’, lo que se traduce en rendimientos bajos, pero de altísima calidad. Su rusticidad y la extraordinaria amplitud térmica entre invierno y el verano y entre el día y la noche, nos ofrecen una acidez característica y un bajo pH natural en las uvas, de forma que obtenemos madurez fenólica plena sin abusar del grado alcohólico.
La diversidad de parcelas y variedades permite jugar con diferentes expresiones, siempre con un hilo conductor: vinos innovadores y vanguardistas, con buena acidez natural y un marcado carácter varietal.
Finca Montepedroso: el alma de Rueda
En Rueda, la verdejo encuentra su hogar ideal. Finca Montepedroso se ubica sobre una meseta con suelos pedregosos y arcillosos, perfectos para retener la humedad necesaria en un clima continental extremo. En su subsuelo, aún podemos encontrar las aguas del Duero nutriendo desde la raíz. Aquí, el suelo confiere al vino una intensidad aromática y una frescura natural que define el carácter puro y auténtico de la variedad.
Más que suelos, un compromiso
ParaFamilia Martínez Bujanda, los suelos no son solo una base física: son parte esencial del alma del vino. Cada finca representa un paisaje, una historia y una personalidad, pero todas comparten una raíz común: el cultivo del viñedo propio como base de una viticultura sostenible, respetuosa y auténtica.