Los viñedos en verano

Viñedo en verano

Pronto inauguramos la temporada de verano y la llegada de las altas temperaturas. El periodo estival es muy intenso y además es la cuenta atrás para la vendimia. Estos meses son decisivos, y tienen un encanto especial; las uvas comienzan a madurar, el verde de las hojas se vuelve de un color más intenso y el viñedo va cogiendo nuevas formas y colores. 

LA MADURACIÓN DE LA UVA EN VERANO 

En esta época del año, la uva empieza a crecer de manera significativa, dando lugar al cerramiento del racimo. A finales de julio comienza el Envero, momento en el que las uvas comienzan a crecer y a adquirir las propiedades que las caracterizan. En el caso de la uva tinta, ésta se vuelve de color azul mientras que las blancas se tornan de color amarillo. Además del cambio de color que experimentan las uvas, su piel comienza a perder grosor obteniendo taninos y generando las levaduras que transformarán el azúcar en alcohol. Este cambio de coloración se debe a unos compuestos fenólicos, “antocianos” en las variedades de uvas tintas y “flavonoides” en el caso de las blancas. 

Conforme avance el verano la uva seguirá creciendo, aumentando su volumen y empezará a acumular agua, sustancias nutritivas y azúcares.  

Por tanto, la aparición del Envero significa que en, aproximadamente, 40 días se dará comienzo a la vendimia. 

CLIMATOLOGÍA DE LA RIOJA 

La Rioja tiene un relieve montañoso y un clima, con influencias mediterráneas y atlánticas lo que proporciona temperaturas suaves y precipitaciones anuales intensas que hacen de esta D.O. una de las más apropiadas e idóneas para el cultivo y desarrollo de una viticultura de calidad.  

Los viñedos de Viña Bujanda tienen un clima entre Atlántico y Mediterráneo. Los inviernos son fríos y largos lo que colabora al letargo de la vid necesario para su desarrollo. Los veranos, en cambio, son cálidos y soleados durante el día, estimulando la producción de taninos y otros polifenoles que aportarán cuerpo, color y longevidad al vino. De noche, la brisa y las temperaturas más frescas impiden la deshidratación de la planta. 

Por otro lado, en Finca Valpiedra disfrutamos de un microclima muy particular, influenciado por la Sierra de Cantabria, al norte, y por la Sierra de la Demanda, al sur y por la cercanía al río Ebro, protector natural contra las heladas. Su clima es continental con influencia atlántica, con días calurosos en verano y noches frescas. 

El verano es una de las mejores épocas del año para hacer enoturismo ya que se pueden apreciar cómo van cambiando los viñedos antes de dar paso a la vendimia.  

Durante esta estación se produce el “desbrote”, el “desniete” y el “despunte” para mantener las cepas para la vendimia, además de la eliminación de los racimos que no hayan madurado lo suficiente. 

CLIMATOLOGÍA DE CASTILLA LA MANCHA 

Castilla-La Mancha, donde se localiza Finca Antigua, cuenta con un clima continental y una temperatura media de 14 grados, lo que le convierte en un lugar ideal para el cultivo de la vid. Si a lo anterior añadimos un promedio de lluvias de 300 mm, el resultado es una gran meseta en el centro de nuestro país en la que se elaboran una colección de vinos reflejo de este singular terruño 

Durante el mes de junio se produce la floración, proceso en el que tras la brotación de la vid aparecen las primeras flores que serán fecundadas para dar paso al cuajado, momento en el que la vid dará sus frutos. 

Las altas temperaturas a partir de ahora favorecerán la maduración de las uvas, consiguiendo que incremente el contenido de azúcares; por lo que, tras su elaboración, sus sabores serán intensos y con una buena estructura. 

CLIMATOLOGÍA DE RUEDA 

Rueda, localidad que acoge Finca Montepedroso, en la provincia de Valladolid, cuenta con un clima oceánico continental. Esto supone que los inviernos son muy fríos y los veranos muy calurosos. Por tanto, este tipo de clima y los suelos cascajosos son la combinación ideal para el cultivo de las cepas de uva blanca características de esta zona. 

Tal y como se ha comentado anteriormente, el calor favorece la acumulación de azúcares en las uvas, lo que afecta de forma positiva a la calidad, intensidad y complejidad del vino. El viñedo pasa por diferentes estados fenológicos a lo largo del año, siendo el verano, con el momento de la maduración, uno de los más especiales y decisivos a la hora de determinar la calidad y matices de nuestros vinos. 

¡Que el calor no sea una excusa!  Visita este verano nuestras fincas y disfruta del encanto del paisaje en esta época del año. 

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