Visitar la DO Ribeiro puede convertirse en todo un placer para los sentidos. Su vasta gastronomía y sus deliciosos paisajes, convierten la zona en una de las más atractivas y con más tradición en España, para conocer el arte del buen vino.
Situada en la provincia de Orense, la Denominación de origen Ribeiro cuenta con una extensión de 2.800 hectáreas repartidas en las confluencias de los valles formados por los ríos Miño, Avia y Arnoia. El viñedo se extiende desde los 75 a los 400 metros de altitud en valles y laderas en ocasiones de acusada pendiente salvada por terrazas, en los municipios de Arnoia, Beade, Boborás, Carballeda de Avia, Carballiño, Castrelo de Miño, Cenlle, Cortegada, Leiro, Ourense, Puxín, Ribadavia, San Amaro y Toén.
En Ribeiro encontramos 99 bodegas, con una producción de más de 14 millones de kilos de uva blanca y 2 millones de kl de uva tinta. La mayoría de las bodegas de la denominación, unas 72, se acogen a la figura de Adega de Colleiteiro, una denominación similar a la de Vino de Pago, elaborando uvas únicamente de su propiedad no pudiendo superar un límite de 60.000 kilos de uva. La uva blanca por excelencia en la comarca es la Treixadura,
Repartidas por dos rutas principales (la verde y la azul, que recorren toda la DO) nos encontramos con pequeñas adegas y colleiteiros, bodegas familiares de pequeña producción que cuidan con mucho cariño y esmero de la tradición vinícola de la zona. Entre las bodegas más representativas y que pueden visitarse, se encuentran la bodega Eduardo Peña, en el municipio de Castrelo de Miño, que cuenta con una bodega subterránea que aprovecha el desnivel de la viña para enterrarse, manteniendo de forma natural la temperatura dentro de la bodega, Adegas Valdavia, una de las bodegas en funcionamiento más antiguas de toda España, se encuentra en la aldea de Cuñas y tanto su construcción como las primeras cepas plantadas datan del S. XII o Bodegas Emilio Rojo, en el municipio de Leiro, que cuenta con uno de los mejores vinos Ribeiro del mercado.
Pero no todo es vino y bodegas en Ribeiro. Más de 30 establecimientos esperan a los visitantes para ofrecerles una amplia gama de servicios enoturísticos. Podrás relajarte disfrutando de la gastronomía gallega en alguno de los restaurantes de la zona o con un baño en los balnearios de aguas termales repartidos por la región.
Si buscas descanso y tranquilidad tu lugar de alojamiento debe ser el Hotel Monumento San Clodio, en pleno corazón de Ribeiro, un antiguo monasterio cisterciense del siglo XII que ha sido restaurado para convertirse en hotel, donde además de su aire eclesiástico podrás disfrutar de una auténtica cocina de autor con productos autóctonos. Aunque si lo que te apetece es un buen baño relajante, puedes alojarte en el Hotel Balneario Arnoia Caldaria, punto de partida para nuestro viaje.
En el municipio de Ribadabia podrás además disfrutar de bodega y alojamiento en el Casar de Armás, un complejo formado por un hotel rural con seis habitaciones más un restaurante junto con la bodega donde se elaboran los vinos de la finca.
Un destino perfecto para conocer un buena parte del nacimiento del arte de cultivar vino.