Las puntuaciones de los vinos generan tantos comentarios a favor como en contra. El sistema permite al consumidor tener una orientación básica sobre la calidad de los vinos en un momento además, en que la gran cantidad de oferta puede ser abrumadora. No hay más que echar un vistazo a las tiendas ‘online’ para comprobar cómo los puntos Parker y en España, los puntos Peñín fundamentalmente, acompañan habitualmente los comentarios de los vinos.
Ahora bien, esta calificación, incluso simplificación, no está exenta de polémica, con algunos casos de vinos que, a priori, no justifican calificaciones tan elevadas, como el vino de una cooperativa gallega que, a un precio de 1,49 euros, muchos consumidores bien podían usar para cocinar.
Hay dos escalas básicas a la hora de puntuar los vinos: la americana, y más extendida por el propio Robert Parker y Wine Spectator, y la británica, con Jancis Robinson como principal prescriptora que la utiliza. La revista británica Decanter, otra de la referencias del mundo de las puntuaciones, de hecho califica también con la escala americana.
Esta última valora los vinos de 50 a 100 puntos: un vino entre 96 y 100 puntos se supone que es excepcional; entre 90 y 95 estaríamos ante un vino sobresaliente; entre 80 y 89 debería estar por encima de la media; entre 70 y 80, estaríamos ante un vino bien hecho pero que no sobresale, mientras que por debajo de 70 sería un vino con defectos. En la británica, cuyo origen es anterior y sigue una valoración técnica empleada inicialmente en los laboratorios: 20 puntos sería un vino excepcional; entre 19 y 18 estaríamos ante productos sobresalientes; entre 17 y 16 antes vinos de calidad, con el 15 como umbral medio para ir descendiendo a partir de dichos puntos.
Es probable que no sepan que el gran espaldarazo de Parker como crítico mundial se produjo con la añada de 1982 en Burdeos. El entonces joven, y para muchos desconocido prescriptor, puntuó a contracorriente como excepcional dicha añada y fueron los propios bodegueros bordeleses los que encumbraron al crítico, aunque alguno de ellos se arrepintió con posterioridad.
En Finca Valpiedra no podemos considerarnos mal tratados por la crítica en este sentido: Luis Gutiérrez, el actual catador de Robert Parker para los vinos españoles, valoró con 90 puntos nuestro reserva Finca Valpiedra 2008 (Rioja) y nuestro Clavis Pico Garbanzo 2006 (La Mancha); Decanter, con la etiqueta además de ‘altamente recomendado’ elevó a 93 puntos la calificación de Finca Valpiedra, y, en España, la Guía Peñín concedió más de 90 puntos a seis de nuestros vinos: 93 y 90 a Finca Valpiedra y el Cantos de Valpiedra (Rioja); 92 a Clavis y 91 al Finca Antigua Moscatel (La Mancha); 90 al Finca Antigua Crianza y al varietal de Syrah (La Mancha) y la misma puntuación para nuestro blanco de Rueda Montepedroso 2013.
En cualquier caso, en Familia Martínez Bujanda creemos que los puntos, si bien pueden servir de orientación en un momento determinado, no deben ser el principal referente para elegir una botella, sino que debemos ser nosotros mismos los que valoremos si un vino, y su precio, satisface realmente nuestras expectativas.