La uva graciano es una variedad autóctona de Rioja y de Navarra, con escasa implantación en otras zonas vitícolas españolas. Su presencia histórica en Rioja se traduce en un papel ‘secundario’ como complemento de los tempranillos para la elaboración de vinos de larga guarda, ya que aporta, además de estructura y color, una característica acidez necesaria para el envejecimiento de los vinos.
No es una variedad ‘fácil’ como el tempranillo, ya que tiene un ciclo más largo y, tanto cuando madura por exceso como cuando lo hace por defecto, puede llegar a condicionar negativamente los vinos. De hecho, se especula que su nombre en Rioja tiene mucho que ver con que, efectivamente, no es una variedad ‘agradecida’ para el viticultor y de ahí lo de ‘gracia-no’. El graciano ha estado en riesgo de extinción en Rioja pero en la actualidad ronda ya las 900 hectáreas de cultivo y es una uva cada vez más valorada por bodegas y viticultores.
Lo que poca gente sabe es que ha sido determinante para el futuro de Rioja. En este sentido, a mediados de la década de los noventa del siglo pasado, el Consejo Regulador valoró la autorización de la variedad francesa cabernet sauvignon en su catálogo ante la presión comercial y el éxito de esta uva internacional en el mundo. La existencia del graciano provocó que se crease un comité de estudio para ver si la cabernet aportaba algo diferente y el resultado fue que la uva autóctona cumplía perfectamente con el cometido de complementar al tempranillo, por lo que se desechó el cabernet. Otras denominaciones de origen como Navarra optaron, sin embargo, por uvas foráneas francesas.
Tradicionalmente más cultivada en La Rioja Baja, el graciano, no obstante, está extendido por toda la Denominación de Origen. El cambio climático le ayuda a completar su maduración y, cada vez, pueden verse más vinos en los que está presente esta variedad. El graciano, como no podía ser de otra forma, está presente en nuestro Finca Valpiedra, como complemento en uno de los grandes vinos de guarda de Rioja, pero en breve Familia Martínez Bujanda lanzará al mercado un varietal 100% graciano, en su bodega Viña Bujanda.
Se trata de un vino de finca, de un viñedo, Peña Logroño, en La Rioja Alta, de la añada 2014. Un vinazo, con potencia y estructura, con el que intentamos mostrar el carácter de esta variedad y que hemos trabajado tanto en campo como en bodega para conseguir la maduración perfecta. El principal objetivo ha sido que la intensidad característica y la estructura tánica de la propia uva acabe por integrarse con la elegancia y complejidad que caracteriza a todos nuestros vinos. El graciano es una variedad increíble, con unas notas balsámicas, mentoladas y con recuerdos de té, que esperamos disfrutéis con el nuevo Viña Bujanda Graciano 2014.