Dos meses largos, hasta finales de octubre, es la previsión de vendimia que tenemos por delante en Finca Antigua (DO La Mancha). Nuestro equipo técnico inició la recogida de los primeros racimos de moscatel a finales de agosto para nuestro Naturalmente Dulce. Los racimos, tras la recolección, se ’pasifican’ al sol para obtener de forma natural la concentración de azúcares que caracteriza este vino de escasísimo rendimiento y sorprendentes sensaciones.
Finca Antigua es un extraordinario paisaje que lleva al límite el cultivo del viñedo, con multitud de variedades, altitudes y exposiciones que nos obligan a una vendimia escalonada, incluso con varias pasadas por determinadas parcelas, intentando alcanzar una madurez óptima que garantice la calidad y la evolución de los futuros vinos de Finca Antigua.
Hace años, al menos un par de décadas, que las vendimias dejaron de ser ‘fáciles’. El mayor conocimiento técnico, la obsesión incluso por obtener los mejores vinos, y la propia meteorología, quizás condicionada por el cambio climático o quizás por las prácticas de cultivo empleadas durante las últimas décadas, no ponen las cosas fáciles a los equipos de viticultura y enología.
Esta misma campaña, los calores de julio aceleraron extraordinariamente las maduraciones llegando a provocar incluso situaciones de estrés hídrico (falta de agua) en las plantas alertando del riesgo de la pérdida de vegetación de las cepas, lo que hubiera alterado de forma importante el resto del ciclo madurativo. Afortunadamente, agosto fue un mes más fresco, las plantas pudieron recuperarse del estrés provocado por el calor del mes anterior y el contraste térmico entre la noche y el día, especialmente perceptible en zonas altas como Finca Antigua (900 metros), redujo el adelanto con que se presentaba la cosecha en julio y permitió una maduración más relajada y equilibrada.
Nos queda todo prácticamente por delante, pero de momento contamos con muy buenas perspectivas de calidad para la vendimia en Finca Antigua. Merlot, tempranillo, syrah, viura, cabernet sauvignon, garnacha y la tardía petit verdot como broche es el calendario varietal con el que trabaja nuestro equipo técnico de cara a esta vendimia 2015.
Esperamos un rendimiento medio en nuestros viñedos de unos 6.000 kilos por hectárea, un 20% menos que el año pasado y muy inferior a los rendimientos máximos autorizados por la denominación de origen. En estos últimos años de ‘desorden’ madurativo, generalizados prácticamente en toda la geografía española, el control de rendimientos, con aclarados previos en muchos casos para controlar la producción, se ha convertido en el principal método para conseguir una maduración equilibrada.
Las viñas con carga alcanzan normalmente sin problemas los objetivos de graduación alcohólica, pero, sin embargo, están teniendo auténticos problemas para llegar a una madurez fenólica y de aromas acorde a la alcohólica. Una planta con menos racimos es capaz, además de soportar mejor el estrés hídrico de la sequía y de los calores del verano, de aportar los polifenoles y la madurez que precisan los granos de uva para ser capaces de dar vinos de calidad y equilibrados. En cualquier caso, estos casi dos meses que aún tenemos por delante son los más importantes para poder confirmar nuestros deseos: una gran cosecha.