España, y el Viejo Mundo en general, se distinguen a grandes rasgos de las denominadas viticulturas emergentes, las del denominado Nuevo Mundo, por la historia y la tradición en la elaboración y el desarrollo de las denominaciones de origen. Es decir, el origen es la razón principal de los vinos del Viejo Mundo, mientras que fuera de Europa la apuesta de ‘clasificación’ de los vinos se hizo más por las variedades de uva, aunque en los últimos años, décadas más bien, el origen es también un factor cada vez más importante en América, Australia o Sudáfrica.
Sin embargo, tenemos también casos excepcionales en España como la uva albariño, que ha sido la seña de identidad de Rías Baixas como variedad autóctona e incluso más conocida que la propia denominación de origen. Otra situación similar se ha dado con la uva verdejo, originaria de la comarca castellana de Rueda que, a medida que se ha ido extendiendo su cultivo y su reconocimiento, su Consejo Regulador ha hecho esfuerzos para recordar que las uvas, donde mejor se expresan, por aclimatación, historia y tradición, en su propio lugar de origen.
La verdejo es una variedad de la que existe constancia documental en Rueda desde hace siglos. Su origen, se sospecha, procede de los mozárabes, a los que se atribuye el haber traído la casta a la zona en el siglo XI. Tiene una personalidad muy característica, con aromas afrutados, a monte bajo y una excelente acidez. En boca presenta un volumen que la hace singular respecto a otros blancos y un característico toque amargo final que la hace inconfundible.
Sin embargo, no todos los Ruedas son verdejos, puesto que también están autorizadas las variedades palomino, viura y sauvignon blanc, si bien se pueden etiquetar como ‘verdejo’ todos aquellos vinos que lleven al menos un 85% de esta uva. En el caso de Familia Martínez Bujanda, nuestro Finca Montepedroso es un varietal al 100% elaborado exclusivamente con las uvas de nuestras 25 hectáreas que cultivamos en torno a la bodega, en el propio municipio de Rueda.
El éxito de Rueda desde comienzos de siglo ha sido extraordinario: la variedad se ha extendido por otras zonas españolas, como Rioja, y del mundo y la comercialización ha crecido exponencialmente. Dicho éxito ha supuesto también un problema, ya que con el éxito en el mercado importantes grupos vitivinícolas desembarcaron en la denominación, en muchos casos, con acuerdos con cooperativas de la zona para ofrecer Ruedas y verdejo en sus portfolios mediante embotellados por/para, lo que ha provocado un intenso debate interno en la denominación de origen.
Familia Martínez Bujanda, cuya razón de ser se basa en la singularidad de los terruños, llegó a Rueda en el año 2010, adquirió una finca de 25 hectáreas de viñedos y construyo en su parte más alta una bodega ejemplo de integración en el paisaje que se inauguró en el 2012. Allí se elabora un único vino, Finca Montepedroso, con el que poco a poco hemos conseguido colocarnos en la vanguardia de la denominación de origen. Luis Gutiérrez, catador de vinos españoles para la revista The Wine Advocate (Robert Parker) nos regaló el mejor ‘piropo’ que podíamos recibir: “No hay aromas tropicales o artificiales, solo Verdejo clásico, como solía ser”. “Tuve la suerte de probar 2013, 2012, 2011 y 2010 juntos para comprobar la consistencia y potencial de envejecimiento y los vinos se desarrollan perfectamente (…). Es más, el carácter de cada cosecha se muestra muy claramente en los vinos, como debe ser. ¡Bravo Lauren!”.
Así las cosas, no todos los verdejos son Rueda, no todos los verdejos de Rueda son auténticos varietales y, sobre todo, no todos los Ruedas son iguales.