La añada es un factor que el consumidor tiene muy en cuenta a la hora de valorar un vino. Los precios de los grandes vinos franceses varían mucho en función de las características de la cosecha y los negociants ganan, o pierden, mucho dinero cuando deciden comprar vinos de grandes referencias internacionales en primeur, es decir, antes de que el vino haya sido criado o envejecido en las bodegas.
Sin embargo, en España el respeto a la añada es relativamente reciente. No fue hasta bien avanzados los años ochenta cuando Rioja controló los vinos por añadas. Probablemente, hayan oído hablar de la ‘inagotable’ cosecha de 1970 de Rioja que, según avanzaban los años, seguía renovándose en el botellero de las bodegas por la sencilla razón de que era demandada por su calidad y porque no había control por parte del Consejo Regulador.
Aquello cambió a partir del año 1985, aunque quizás no todo el mundo sepa hoy en día la legislación permite mezclar vinos de diferentes añadas. No se trata de los vinos conocidos y extendidos en su momento por las grandes bodegas como C.V.C. (cosecha de varias cosechas), pero sí que es posible añadir hasta un 15% de vino de otra campaña y respetar la añada a que hace referencia la etiqueta. Esta circunstancia tiene su sentido. Tradicionalmente las bodegas históricas de Rioja, y muchas siguen haciéndolo hoy en día, ‘refrescan’ vinos después de largas crianzas con otros de cosechas más jóvenes como parte de una práctica histórica de vinos que mezcla variedades y procedencias (dentro de la misma denominación de origen) para obtener lo que entienden como el mejor conjunto posible.
Para Familia Martínez Bujanda, sin embargo, como elaborador de vinos de fincas y viñedos singulares, la añada es un factor absolutamente fundamental. El vino es el resultado del terruño, del conocimiento y la mano del productor y de lo que determina la meteorología cada cosecha. Sin ser estrictamente igual cada año, los dos primeros factores son bastante estables, pero el clima determina las diferencias entre nuestros vinos de Finca Valpiedra, Finca Montepedroso o Finca Antigua.
No hay dos vinos iguales como no hay dos cosechas iguales y, como ya hemos dicho en anteriores ocasiones, Familia Martínez Bujanda ‘trabaja sin red’, es decir, sometida a lo que determina la naturaleza, en este caso el clima. En el 2013 decidimos no elaborar Finca Valpiedra porque la añada nos complicó demasiado la vida -eso sí sacamos uno de los mejores Cantos de Valpiedra de nuestra historia- y ahora estamos en el mercado con la añada 2010, una de las mejores que hemos vinificado.
A la espera de lo que suceda este verano con la sequía, y después de haber ‘esquivado’ con prácticas preventivas las terribles heladas de primavera tanto en Rioja como en Rueda y La Mancha, estamos muy esperanzados con la cosecha 2017, aunque, pase lo que pase hasta el final del ciclo, nuestros vinos serán el resultado de la añada: ni más ni menos.