La tormenta (helada) perfecta

Desesperación, rabia, llanto, impotencia… El campo, el viñedo español, sufre las consecuencias de las fuertes heladas de la semana pasada. El inicio del ciclo del viñedo del 2017 presentaba muchos riesgos como vimos en el post anterior de este mismo espacio. El adelanto madurativo y la sequía acumulada desde la primavera pasada en todo el territorio eran factores de riesgo muy peligrosos ante hipotéticas heladas que, desgraciadamente, han arrasado buena parte del viñedo del norte español. También en Francia los daños son muy importantes en la gran mayoría de regiones vitícolas, incluidas las más prestigiosas como Borgoña, Burdeos o Champagna.
 
El adelanto de la brotación es el gran problema de estas heladas porque, por ejemplo en zonas como Rioja, el desarrollo vegetativo estaba ya tan avanzado como si estuviéramos en San Isidro (15 de mayo) en un año normal, con lo que los daños son mucho más intensos que con una brotación más lenta y acorde al momento real del año. En el caso de Ribera del Duero, por ejemplo, los daños también son importantes pero las plantas acababan de brotar con lo que seguramente habrá una mejor recuperación. De momento, hay que esperar al segundo brote de la planta, aunque, sí o sí, supondrá una maduración mucho más corta, y, sobre todo, está por ver con que fuerza renacerán de nuevo por la fuerte sequía arrastrada desde hace casi un año. En cualquier caso, la viña, lo ha demostrado desde hace miles de años, es una de las plantas más duras y resistentes, con lo que, especialmente si cayeran unos cuantos litros de agua, podemos confiar en su capacidad de recuperación.
Los daños son muy importantes en Rioja como lo son también en Galicia, Bierzo, Ribera del Duero  y Rueda.
En Familia Martínez Bujanda hemos tenido mucha suerte pero también ha funcionado la ‘agricultura de intuición’. En Finca Valpiedra, donde nos jugamos todo a una carta porque elaboramos vinos de finca, nuestro equipo técnico aplicó en los suelos un tratamiento natural inyectado en Semana Santa para aumentar la concentración de solutos en la savia que ha hecho su labor. Sí hemos sufrido las consecuencias en algunos viñedos en ladera de La Rioja Alta más cercanos a Logroño, aunque podemos considerarnos muy afortunados. En Rueda, la mayor afección se ha producido en la zona sur, la más cercana a Segovia, con lo que Montepedroso apenas ha sufrido daños.
Nuestro ánimo a todos los viticultores, no sólo españoles. Estos días se han podido ver en las redes sociales imágenes espectaculares con velas, calentadores e incluso helicópteros para intentar paliar los daños de las heladas en Francia. En Rioja, los viticultores con posibilidad de riego abrieron por la noche a todo gas los aspersores para intentar proteger sus viñedos con una película de agua y frenar los efectos de la Naturaleza. Esta lucha contra los elementos ayuda a entender por qué el vino es un producto maravilloso, por qué cada añada es diferente y por qué la vendimia, con el final del ciclo, siempre ha sido considerada una fiesta.

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